28 jul 2008

Ponerse de pie…


9 de Julio arrancó con el tiempo necesario el proceso previo que lo depositará en la próxima edición del Argentino “A”, en estos tiempos, en este fútbol, eso no es poco, después de un inevitable cambio de dirigencia sobre todo por aquello de transitar un camino tan difícil como el de pelear por no descender en un club acostumbrado al protagonismo “arriba”, eso desgasta al más fuerte de los conductores, se imponían nuevos pilotos de tormenta y trabajo a conciencia, es que no puede ser otra la respuesta a la particular pasión que tiene entre sus huesos el hincha del “9”, es fútbol puro, está en el aire por Ayacucho, por Bolivar como en Avantay y Pellegrini.

Pelear Atrás, cerca del abismo.
El cierre fue todo un trauma, un descenso que parecía lejos, luego no tanto, otros resultados que se asociaban al no buen momento del “9” y esa primero lejana luego no tanto posibilidad de “irse”, estaba allí, al alcance de la mano, a punto de materializarse, el descenso era un tema que se tocaba po los rincones del barrio donde vive el León, el equipo no despertaba demasiada confianza, los 6 puntos de castigo por aquel “paso en falso” caían “como guillotina” y el “pueblo juliense” exclamaba piedad!, en definitiva, el corazón de sus futbolistas por sobre la ausencia de un juego fluido, las fuerzas de su gente, el “último esfuerzo” de algunos dirigentes que no seguirían y la capacidad de Javier Berzero al timón acercaron al “mítico 9” a tierra firme, pero algunos no se lo bancaron, por que?, intereses personales acaso?, lo cierto es que aparecieron pintadas en el estadio culpando a algunos “laburantes” por el sufrimiento, increíble, justo a la dirigencia que mas esfuerzo y transparencia le puso a un proceso desde un muy buen tiempo a esta parte, pero la cordura encontró un lugar, quizás no tan generoso pero lugar al fin, y con eso alcanzó para que la sangre no llegue al río.

En el fútbol siempre hay revancha.
El receso se transformó en ese espacio de meditación que cuesta tanto conseguir, que generalmente no llega cuando tiene que llegar, o que siempre se presenta como algo que transcurre a un velocidad impropia de la necesidades y tiempos con los que contamos para rever ciertas cuestiones, todos sentados a la mesa del diálogo, frase que tanto se escuchó en estos tiempos solo como algo que se dice pero que no se siente o algo que se pronuncia desde una expresión de deseo que quizás no se desea, un grupo unido en el pensamiento de un “9 de Julio” mejor, al menos un “9 de Julio” no convulsionado por los temores de caer y si movilizado por la adrenalina del crecer. Berzero es nuevamente el elegido, tiene una nueva oportunidad también, la que incluye armar su propio esquema, una estructura que hable de su perfil como entrenador, un plantel que juegue como él manda y no como mandan las urgencias, Berzero está ante la gran oportunidad de subirse al tren que lo lleve todo lo lejos que su capacidad le permita ir o quedarse, solo quedarse.

Ponerse de pie y marchar
En “El Coloso” siempre se sueña grande, por que los sueños siempre se realizan, goles sobre la hora, penales atajados en momentos “cumbre”, resultados irreversibles que dejan de serlo, allí todo lo puede el dueño de casa, el hincha lo sabe y espera reencontrarse con todo aquello que llenó sus ojos y su corazón, “el juliense” espera que la mala experiencia haya servido de enseñanza, que las heridas hayan cerrado, que el rumbo esté claro, que las fuerzas actúen para un mismo lado, el hincha sabe que estará y entregará todo, está ilusionado por que casi no se quiere enganchar en las charlas futboleras por miedo a apurarse, a “quemarse”, tiene la cicatrices necesarias como para ser medido en su andar, pero en el fondo de ese corazón herido, mal herido aunque dueño de un único e intenso latido futbolero puede leer que el proceso esta bien encaminado, “la previa” presenta una lógica poco habitual por 9 de julio, los pasos se asemejan a los correctos en el tiempo indicado, el plantel se conforma respetando los tiempos de preparación y hasta se da el gusto de convocar algún nombre “con chapa” como en otros tiempos, la tormenta está alejándose a velocidad moderada pero sostenida, llegó la hora de ponerse de pie y marchar, son días de esperanza, donde los vientos traen promesas de que cuando la pelota empiece a rodar “la rojiblanca” del león volverá a flamear altiva como siempre, y el fútbol lo dirá, solo el futbol, si otra vez flameará altiva… y victoriosa.

Foto:http://www.soyleon.com.ar/

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