21 jul 2010

La casa está en orden, las vitrinas no.



pero ese orden conseguido no llena los maltrechos corazones de hinchas apaleados por los desencantos encadenados de los últimos años, todavía el fútbol no premia al orden, solo premia a los ganadores

foto: http://diegojappert.blogspot.com

Es verdad, la casa está en orden, los números ya no hablan de esa mutual que un buen día sorprendió a su gente que como feligreses confiaban el cuidado de sus riquezas por más pequeñas que fueran, casi una traición, pero un convulsionado país fue el paraguas hecho a medida para salvar la imagen de esa institución elitista, una institución donde “el qué dirán” apareció históricamente pintado en las paredes, la mala en lo económico pasó, es un recuerdo que solo sirve al repasarlo para meter el dedo en la herida de aquellos mártires llamados ahorristas y para permitirles a esos mortales dirigentes transformarse en héroes para todos los tiempos.

Y todo eso debiera alcanzar para poner esa camiseta en el podio, debiera alcanzar para saber que es posible en este país encontrar dirigentes honestos y transparentes aunque a veces soberbios y testarudos, esto debiera alcanzar para hablar de un ejemplo a seguir, pero sucede que en el living de esa casa en orden se juega al fútbol, y allí todo se relativiza, allí la cosa cambia de color y sobre todo de calor, la pasión arrasa y se choca de frente contra esa increíble serie de fracasos, una, otra y otra promoción perdida, por que el rival tiene más, porque el arquero se niega a descolgar un centro o por que la desgracia y la falta de jerarquía lo persigue, por lo que sea, pero pierde, despilfarra chances como dinero las novias de Fort y así por la vida marcha esta institución, ordenada pero con las vitrinas colmadas de un vacío que pudo haber llenado con un poco de coraje, jerarquía y pericia que siempre parece tener, pero nunca tiene.

Es verdad aquello de que “no todo es posible”, parece quedar claro que orden administrativo y éxito deportivo no son cuestiones que puedan transitar de la mano, Atlético así lo demuestra, es orden pero no festeja, se clava puñales toda vez que repasa su historia reciente, sus hinchas sueñan con balearse en un rincón, esperan despertarse de una larga pesadilla que no lo es.

Sigue Trullet, al que la experiencia no le alcanzó, su tropa no lo respaldó por mas que parezca otra cosa pero la dirigencia cree en la experiencia que delatan sus canas y le fian la última ficha de la noche, los nombres de jugadores van y vienen, y casi no me quiero detener en ello, es perder el tiempo, el fútbol cambió, la moneda también y Atlético no volverá a contratar jamás a “un Goyén” ni a “un Marcelo López” ni tampoco llegará "un Bonet", entonces los otros irán todos a la cola de los que esperan por un lugar en el reparto de éxitos efímeros destinados a los "del montón", este Atlético será otra vez el profesionalismo de Bovaglio, una pizca del talento de Juarez y nada más, y tengo poco por agregar.

El orden administrativo y legal tranquiliza, alegra solo a esos ya exitosos empresarios, aquellos que en sus casas de fin de semana descorchan al repasar un hecho que debiera ser obligatorio de todo mandatario, pero ese orden conseguido no llena los maltrechos corazones de hinchas apaleados por los desencantos encadenados en los últimos años, todavía el fútbol no premia al orden,solo hay premios al éxito, el fútbol solo premia a los ganadores, aquellos que escriben, firman y enriquecen las historias, a propósito, ¿Cuándo actualiza la suya Atlético?, ¿para cuando Eguiazu?, ¿para cuándo Castro?, ¿para cuándo crema?.

2 comentarios:

Pachi dijo...

Muy buen post...ya lo dijo el cantor: nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio.

Yo creo que el orden, a la larga, trae resultados...hay que ver hasta cuando aguanta la paciencia.

Un punk ignorante dijo...

Muy bueno el blog, te dejo el mio

http://www.futbolparaentendidos.wordpress.com/

Saludos