12 sept 2011

Ben Hur le ganó al 9 desde el pizarrón.

foto G. Conti -

Ben Hur de Rafaela superó con claridad a 9 de Julio en el arranque del argentino “b”, si estuviéramos hablando de boxeo y Ben Hur y el “9” se hubiesen cruzado en un cuadrilátero el título sería que “lo ganó desde el rincón”, porque fue su entrenador el que trazó un camino recto hacia la victoria a través de una estrategia que no demanda otra cosa que no sea elogios, sorprendió el Dt Olivares con una idea sin rodaje, puesto en escena sin ensayo alguno pero a través de actores comprometidos con la idea.
Olivares optó por tres hombres en el fondo y cuatro en la mitad de la cancha a los que adicionó a Santa Cruz como un quinto volante con doble prestación, la de luchar y jugar por sus propias condiciones, y fue el juego el que se impuso sobre la lucha desde la escasa respuesta entregada por la zona media juliense. Ben Hur manejó la pelota en gran parte del partido y el resultado habla de lo que ocurrió en el trámite.
Dominguez nunca logró enlazar volantes con ataque de de 9 de Julio, Guillermo Gomez fue permeable por su costado de la defensa y Bazán superado numéricamente siempre, Andermaten anulado de manera mutua con Jubany tampoco podía soltarse por su calle, por eso, no debíamos sorprendernos de ver a Abayián y Caglieris tan lejos del juego y las situaciones.
No sobraron situaciones ni emociones, pero en el monopolio de la administración del balón que propuso Ben Hur radica la clave de una victoria indiscutible, por Santa Cruz y su figura intimidante siempre, su presencia y precisión para ceder el balón, porque además encontró en Jaime desde su ingreso el jugador con quién asociarse para progresar con el balón cuando su prestación física comenzaba a no entregarle las mismas respuestas. Canavesio jugó a un alto nivel y Pagliero respondió en las pocas oportunidades en la que fue convocado a intervenir.
Jaime cruzó una pelota de derecha a izquierda para que Jubany se la baje al "vayo" Torres que se encontró con una enorme respuesta de Ceberio ante su remate, pero no la dió por perdida y la fue a bucar al fondo de la cancha desde donde remató aún sin ángulo de disparo por sobre el uno del "9" abriendo el marcador y cerrando el pleito.
Ben Hur ganó sin dejar dudas, fue claro con la pelota en un partido de "gol gana", el partido no fue bueno para el espectador, el “9” careció de ideas y de interpretes claros. Se fueron por veredas diferentes allá por las ocho de la noche de un domingo al que le sobró sol, el equipo de Restelli por la de las sombras que provoca la incertidumbre de un equipo que juega poco, que no incluye a su ataque en el circuito futbolístico y que todavía no marcó en 180 minutos de fútbol, Olivares (el más lúcido de la jornada) y los pibes de Omar Racca por la vereda de la tranquilidad que dan las victorias estruendosas, sabiendo que debe mejorar porque problemas no le faltan, pero conociendo que ganando las penas no saben tan amargas y las soluciones aparecen con más facilidad cuando no encierran las urgencias que imponen los tropiezos.

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